domingo, 16 de noviembre de 2008

Heineken & the people (II)


Este no pasará a la historia de Medina como uno de sus mejores conciertos. Escenario minúsculo, a una distancia excesivamente corta del público, aforo más que aceptable y más bombo que platillo.


Como viene siendo habitual, ninguna novedad en el set list. Parece que el cambio sólo llegará con el nuevo disco, ya en capilla, como suele decirse.
Noche de despedida de Bao, gélida despedida, a mi parecer, sólo resaltada con un abrazo por parte de M.Martínez. No sé si se merece una despedida así, y si era de esperar otra, pero al menos a mí me ha resultado escasa por no decir inexistente...


Se ha visto empañado tan esperado directo por un corte de sonido que apenas Reyes ha podido salvar a golpe de baquetas... pero se alargaba demasiado como para seguir acompasando una interrupción que no debería ser inexplicable y se finiquitó con un consabido "cosas del directo".
Un directo debería tener esas cosas (o no) y otras. Es inadmisible torcer el morro delante de esas personas que han (hemos) pagado más de veinte euros por una problema técnico. No es ni mucho menos para pedir la devolución de la entrada, como alguien gritó a mis espaldas... pero sí para disculparse dignamente en vez de poner cara de perdonavidas, querido...


Colaboración en uno de los temas, de la voz de Estirpe (léase el hijo de Manuel Martínez), y en otro, de una tal Carolina (creo)... ya aquí me pierdo...
Salvo la parte personal, la del reencuentro con caras más y menos conocidas, hoy pareciera que el karaoke no estaba fuera, sino dentro. Sale caro este karaoke a pesar de que las cocacolas (de grifo) estaban a tres euros y los baños casi limpios... decía Martínez, no recuerdo a cuento de qué... que la vida es una noria... no le falta razón... tan noria es la vida, que a veces, de no ser porque en el cestillo de arriba o en el de abajo hay caras que con sólo mirar producen alegría... pensaría que a la noria le falta algo de engrase, no sé, quizás una puesta a punto... es normal que con tanto rodaje se acabe atascando, casi siempre en el mismo sitio... hay piezas que empiezan a chirriar... aunque haya otras que funcionen divinamente.
Hasta los solos de hoy me han parecido algo pobres y deslucidos. Suele pasar cuanto mayor es la espectativa.
Se estira tanto el chicle que acaba haciéndose pedazos para anidar en los rincones de la boca... ya va siendo hora de ver algo nuevo. Lo que veo, y escucho me gusta, pero empieza a aburrirme soberanamente que no haya espacio para la sorpresa...
Martínez bien, emotivo, divertido... Bao, como un chaval en el día de fin de curso... Escudero... dónde estaba hoy Escudero?... Reyes y su camiseta del Córdoba... Estoy con Martínez en que el mayor aplauso de hoy lo merecía el público, más si cabe para los que han recorrido varios centenares de kilómetros para ver un concierto prescindible.


Imprescindible esta noche ha sido el público, vamos "the people"... como anuncia el título del post... y ahora...


Que empiece la lluvia...




1 comentario:

Unknown dijo...

Mazor, cada dia eres mas grande...y a los que te rodean los veo mas pequeños