viernes, 16 de enero de 2009

Donde dije digo...

...digo Diego. Expresión que define el fariseismo por excelencia. El mejor antídoto para ello es el socorrido "Nunca digas nunca jamás", pero se emplea menos, yo creo.

Yo diría que nunca jamás me comería un saltamonte frito, pero claro, así me vea, sin un yen ni rollito de primavera que llevarme a la boca, que el saltamonte me lo jalo, es un decir.

A veces, somos esclavos de nuestras palabras sin apenas reparar que todo cuanto decimos o hacemos es meramente circunstancial, porque la mente es una fábrica imparable de pensamientos, y porque no podemos atrapar el tiempo y adueñarnos de las circunstancias. Relativismo práctico en estado puro, la teoría es otra cosa.


La vida cambia en un segundo. O podría hacerlo. Mi admirada Bibiana Fernández, en una entrevista en la que le preguntaban sobre "el futuro", con una celeridad encomiable y una gracia incuestionable respondió lo siguiente.

- "El futuro? Mira cariño, el futuro no existe, porque yo salgo por la puerta de mi casa, se me cae una maceta en la cabeza y me mata, y se jodió el futuro"
Divina del coño. Perra como nadie. Y excelsa. La frase, y la autora.

Vengo a decir con esto, que el futuro no me gusta ni como tiempo verbal, y menos aún como película. Uff... insoportable tostón esa saga de "regresos al futuro" varias antes de que al J.Fox le temblara el cuerpo verbigracia del temible Parkinson. Si a ese hombre le dicen que en el futuro no iba ni a poder sostener una taza de té sin que se le cayera sobre los pantalones se habría quedado encerrado en ese cacharro convertido por arte y gracia de los hermanos Lumière en máquina del tiempo hortera y aerodinámica.

Bah... no puedo con el futuro!

Sólo hay una excepción que confirma mi regla... y es en forma de canción... que empieza en primera persona singular del futuro del verbo copulativo -esto de ser verbo copulativo es la hostia- SER O ESTAR, y dice así...

"Yo seré un hombre por tí,
renunciaré, a ser lo que fui"...

Y aun así, he de admitir que la frasecita entraña una mentira podrida, ni serás un hombre por mí (tú te lo pierdes), ni renunciarás a ser lo que fuiste... (peor para tí).
El futuro es la promesa que no se cumple, el deseo que no se realiza, el sueño del que la vida te despierta a empujones... cuando estás en lo mejor del sueño.

En mis tiempos de pitonisa (pasado), ni bola me hacía falta para predecir el futuro que hoy es presente, pero tiene truco... hay gente tan previsible, que por más vueltas que dé la vida, se guarda sus palabras en papel albal, deja que se pudran y cuando esperas que las saque a pasear camino del cubo de la basura, se las come y se limpia el culo con la servilleta de la hipocresía.


Manda cojones!

1 comentario:

Nube dijo...

Me la he vuelto a releer, tu ya sabes porque, jajaja, y chica, no deja de sorprenderme esa palabreria tan ...tan...tan tuya coño!!!