sábado, 31 de enero de 2009

Blue Velvet

Ni terciopelo ni azul, pero absolutamente irrepetible. Ni siquiera es nostalgia lo que siento al recordar aquella "segunda casa" en la que hasta nos permitíamos hacer controles de calidad entre los empleados e inspecciones entre los dueños.


Vaya tela! Podría empezar la noche de un viernes cualquiera cenando pizza en casa de Miguel y Carmen, comiendo croquetas en el Córdoba, o pillando el autobús de las 23'07 si ya salíamos cenadas de casa, pero la parada -y los cuencos de bolitas- era en ese pub que a nadie gustó nunca más que a nosotras a pesar de la pasarela friki, de la música antichunda, de la "Chufi" y de tantas y tantas situaciones inverosímiles que tuvieron lugar sobre aquellas cuatro paredes de las que colgaban carteles de películas, fotos de Janis Joplin y demás iconos del panorama musical.


Un futbolín que fue la excusa de Curro para querer ligarse a una de nosotras, esas botas de chúpamelapunta, esas cazadoras de cuero, esos pelos, el anillazo con la cara de un lobo, la Harley en la puerta... Ay Curro, Calimero, Albondiguilla, aún recuerdo aquella noche con parada en la marisquería, rosa de rigor, conciertazo de Medina Azahara y Barón Rojo en Leganés... y esa vuelta en tu superdeportivo del año maricastaño con ese "vivir así es morir de amor..." de Camilo Sesto a toda pastilla

Tu recuerdo, inexcusablemente, me trae también a la memoria tu panda de viciosos encorbatados. En eso no ha cambiado nada, sigue siendo mucho más entrañable el porrero de chupa de cuero que el cocainómano con pinta de ejecutivo. Calcina el tiempo el recuerdo de los espantapájaros hasta convertirlos en ceniza, a pesar de aquellos enamoramientos repentinos, de la noche sentados en un banco acariciando unas piernas sin depilar, de Salvar al soldado Ryan, de aquella noche en el Slogan con declaración de casi amor, de casi nada. Aunque reniegues, querida "blas", y quisieras borrar de un plumazo a ese Cosín desorbitado, internauta, con alma de putero entrañable.

De Corky esnifando bolitas de queso, de la destreza azuceniana de sustraer contactos del movil de la oruga, mientras otros se atizaban jamesones como demonios, cigarritos de la risa, y un sinfín de rayas discontinuas camino del delirio más alienante. Politoxicomaníacos perdidos, y quizás jodidos, pero contentos. Qué distintos eran los momentos desde esa segunda línea de caciques con cocacola y trinas de naranja, aditivos menos adictivos.

Mónica Naranjo y Ricky Martin con sombreros de paja tocando las maracas desde la puerta, mientras les esperaban en corrillo la Pantoja y Chabelita, y el Carnicero de Argentona, y el fiambre, y Juancar desde la barra orquestando el baile de los monstruos regalando vicio.

Los porras en su mundo, que debería ser el mundo de los churros, pero no. Su mundo de paro, de depuradoras, de primos pagagüisquis, de "la guarra" revoloteando alrededor, del Milmi escalando puestos, de camareras descarriadas, de bajadas al cuartillo, de partidas de dominó "pito doble y tres con las que saques"...

Se reencarnó aquella segunda casa en salsódromo pachanguero y otros vicios y otras gentes y otras guarras -igual de ceñidas o más- pero nada es lo mismo... dan ganas de llevar al equipo de Cuarto Milenio para hacer hablar a aquellas cuatro paredes... aunque mientras la memoria nos lo permita, habrá Blue para rato.

miércoles, 28 de enero de 2009

De milanismos y otras pasiones II: otros grandes hermanos


Me dejó el cansacio extenuada antes de concluir el repaso de la edición 10, pero la deuda no se quedará en promesa, al menos no esta vez... en la que no habrá para todos, claro, pero sí para algunos cuantos...


Quisiera saber, Orlando, antes que nada, qué pasó con tu labio superior, que al principio del programa aún minúsculo existía y fue menguando de manera inexplicable hasta convertirse en algo parecido a la línea que traza un cutter sobre una cartulina.
Todo un misterio que cualquier día desvela Iker Jiménez en su Cuarto Milenio.


Lo reconozco, feriante, llegué a confiar en tí, será porque despierta en mi cierta ternura tu pasado transhumante de chulazo de coches de choque al borde de la pista cambiando monedas de plástico a cambio de restregones en la parte de atrás de la autocaravana. Llegué a creerme que te parecías Tom Cruise, y algo de cierto debe haber en ese parecido más allá de tu sonrisa incompleta a falta de labio y tus ojos casi verdes, casi azules.

Algo de comeollas tienes, "asín de claro", que lo mismo no es Cienciología, pero ciencia tiene. O si no a cuento de qué has conseguido llegar a la final sin sentir ni padecer, que lo más que has llegado a hacer ha sido pedir whisky en el confesionario y hora sin cámaras para repasarte a esa Nani, que te ha devuelo la moneda -la de los coches de choque- cepillándose al amigo de Iván, eso dicen. Te aviso, Orlandito, que tiene tu profesión un peligro con el que no contabas: cualquier día se sube a la Noria de Telecinco alguna muchachita de esos pueblos que recorres para que le se pases la pensión a un retoño con los ojos casi verdes, casi azules... ahora que te pasearás por las teles como Pedro por su casa, más de una, y si no al tiempo, querrá devolverte el chunda-chunda...

Nani, chiquilla. No me caes bien. Nada tengo en contra de tí, nada tengo a favor, pero no me gusta tu desparpajo febril. Sé que a tu edad el furor uterino causa estragos, pero ese carrerón de chulazo por semana que se te presume se me antoja excesivo si lo que quieres es tener esa relación estable que querrías haber vivido con el feriante. Mira lo que te ha durado la estabilidad, apenas unas horas después de salir de la casa, el valenciano te da boleto, que no ficha, y si te he visto no me acuerdo. Ajo. Y agua.

Palomares. Cuanto más te apartas más te acercas. Quiero decir que cuánto más te desmarcas de Mirentxu y Julito más ganas. Pero tu acercamiento es tan real como tu hombría. Y no lo digo por lo que aparentas, sino por lo que no eres. Tengo amigos maricones más machos que tú de aquí a tu pueblo ida y vuelta, con parada en los coches de choque de de los Breyner si hace falta. Y quiero decirte con esto, que no se es hombre porque uno se acueste con mujeres y a la inversa. Sabes a lo que me refiero. Me ha parecido oir que te casa y que sacas disco rollo Julja con el "hijo de la gran canaria". Aprovecha tu momento, porque es lo único que se va a saber de ti en un futuro inmediato. Aunque la campanada la darías, sin lugar a dudas, si tuvieras cojones, o coño o las dos cosas, para decir lo que te has callado, y poner a la otra mitad de tu duo aerodinámico y a la eusko-yaya (Azu dixit) en el lugar que se merecen la codicia y la hipocresía.

Carlos y Gema. Pareja de bodevil parece la vuestra. La increíble historia de la bella y el "urbano paleta" tiene los días contados. Ella... bebe los vientos por el feriante... él... parece una mosca pegada en la tela de araña. Otra Noria habrá en la que uno de los dos anuncie una separación. Qué pena?

Ana Toro. Tú eres así o te lo haces? Sea como sea, debe ser agotador vivir tu vida. Pareces una chiflada divertida, una pija bohemia, una intelectual con aires de pueblerina. Pero nada es lo que parece. Y menos tú. Búscate, encuéntrate, y ven a contarnos lo que has visto, por lo que he visto yo de tí... no te lo crees ni tú...

Gisela, hija, menos mal que a útlima hora has abierto los ojos, debe ser que con tanta brillantina en los párpados tu percepción de la realidad se ha visto menoscabada. Poco tengo que decirte, isleña, salvo que para otra vez, si se diera el caso, te anduvieras con más ojo y menos brillantina, para lo que te aconsejo -si me lo permites- que cambies tus ratos de secadores y tenacillas por un periodiquito, aunque sea de esos gratis, para que más allá del horóscopo y la programación, te enteres de lo que pasa en el mundo, porque más allá de la playa, del carnaval, y del Interviú, hay vida. Te lo aseguro.


Almudena, "chiqui boom boom", o como quieras llamarte. Solo haré una reflexión que ya he compartido con mi "enana" particular a la que casi quitas el nombre. Cuántas lágrimas hay detrás de tu verbo arrabalero? Cuántos insultos antes que los tuyos? Cuántas preguntas sobre una estatura que no admite posibilidad de cambio? En mi afán de recrear vidas que no he vivido, recreo la tuya y me quito el sombrero y la peluca, y una cuarta de mis 174 cm si hiciera falta, para regalarte.

Claro que has estado a la altura, fíjate si lo has conseguido que te convertirse en la sombra - y el sol- de un tío que casi llega al metro noventa. Supongo que la desfachatez intenta ocultar un pasado tormentoso, de escarnio y burla que han ido formando a tu alrededor una corteza de esponja... no hay más que hundir un poco el dedo sobre ella para tocar fibra. Se te perdonan las formas, claro que sí. Yo lo hago, te aplaudo, y te animo a que descubras esa Almudena que vive en tí y que casi ha conseguido superar la barrera social que supone cualquier complejo, y eso que el tuyo, querida mía, no es de los más vistosos. Te lo dice una gorda.

Iván. Nunca he sido Ivanista y menos ahora. Por todo y por nada. Por cuanto veo en tí de lo mucho que hay en mí, y porque nadie con un mínimo de ética -salvo Orlando- se votaría a sí mismo. Ese afán tuyo de defender causas pobres, esa capacidad de aburrir monas con tu verborrea, ese egocentrismo moderado que a los ojos de los demás causa un fulgor que daña la vista, pero sólo a los ojos de quien siente como el brillo le opaca.... tantas y tantas coincidencias asustan, por eso me negaba a verte ganador, porque tú y yo, querido, a pesar del triunfo, siempre seremos perdedores. El que habla pierde. Bocachancla tú. Y yo. Tú en tus discursos televisivos, yo en mis ratos de word-pad en lo que las musas me traen tu nombre y el de otros.


Por el momento, esto es todo.

martes, 27 de enero de 2009

Diálogo


- Ya nada es como antes

- Si, sí lo es... ha habido un paréntesis, eso es todo

- Nunca sentí que sintieras nada más allá de la necesidad de un placer furtivo

- Te equivocas, hay sentimientos, claro que los hay... sólo que...

- Qué!

- Que cada cual los siente a su manera, quizás no te llegara cómo yo te sentía, pero eso no significa que no sintiera nada por tí...

- Ya es tarde

- No, no es tarde, nunca es tarde

- Yo ya casi te había olvidado... casi hubiera preferido que no volvieras

- Sabes que no es verdad, tenías tantas ganas como yo de volver

- Volver? Por favor, no digas más tonterías, no quiero escuchar más mentiras, no tengo ninguna necesidad de complicarme la vida contigo

- Sabes que no haría nada que te hiciera daño, sabes igual que yo, que no nos complicamos la vida, al contrario, la vida es complicada... tú eres la única forma que tengo de ver que es más fácil vivir así...

- No me hagas reir! Dónde has aprendido a decir esas cosas? Jamás, jamás... me has dicho nada parecido antes, por qué ahora?

- Porque me he dado cuenta de que aún no te das cuenta de que te quiero.

- Acércame el abrigo por favor...


A veces...

A veces basta con que alguien te escuche un comentario para colgarte una etiqueta. A veces, basta con a ese alguien no le caigas bien para que de por buena esa etiqueta. A veces, quien te etiqueta es tan ignorante, que da por buena la opinión de los demás y no se toma el mínimo interés en formarse su opinión, a veces, incluso quien crees que te conoce se hace eco de la opinión de los demás a su propia conveniencia.

Es difícil salir de esas espirales sin sentido, habría que morir y volver a nacer para cambiar y aún si esto pudiera ocurrir no garantarizaría que en otra vida fuéramos diferentes. A veces, todo esto es secundario y soportable, a veces, es casi invisble, pero hay dias -y noches- en que la puta que parió al que te puso la etiqueta debería estar retorciéndose de un segundo parto alrevés mientras vuelve al sitio del que nunca debió salir el etiquetador de los cojones!

Dejemos las etiquetas para las prendas de vestir aunque valgan menos de lo que cuestan, para los maquillajes que en vez de dar luminosidad borran las arrugas más bellas, para los bolsos de Prada y para las benditas imitaciones, para no confundir el tocino con la velocidad en las bolsas de congelar, para recordar el tono de unas mechas, para pegarlas en la ventana del buzón de correos, para marcar los juguetes que se le encargan a los Reyes Magos, para rellenar los impresos de Hacienda cuya devolución llegará más tarde de lo necesario,...

Las etiquetas sirven para pegar y despegar, aunque hay algunas que por más que lo intentes no salen ni con agua hirviendo, y aún así, dejan una cresta horrible, como una cuchillada. Es terrible esto de las etiquetas!

A veces, deberíamos pensárnoslo muy bien... antes de poner una.

sábado, 24 de enero de 2009

De Milanismo y otras pasiones


Aún vestida de motera trasnochada y con esas ínfulas de madre superiora descarriada, NADIE, nadie, podría ocupar mejor el lugar que ocupas. Fue un alivio que en tu despedida anunciaras una próxima edición porque sería de gilipollas que alguien quisiera privarte y privarnos de ese desparpajo tan insolente y entrañable, tan contradictorio y sin embargo delicioso. Apenas te has "ido" y ya te estoy echando de menos.


Empiezo -ahora que termina- a comprender el "ivanismo", y no me produce adicción alguna y tampoco me entusiasma en exceso, esa pasión que tú despiertas,; la disfruto más desde la barrera entre "azucenas", lourdes y yolys. Así, en plural, porque has sacado de ellas facetas que desconocía varias, entre otras, la vehemencia vespertina del mensajeo pro-ivanista contra el resto. Mucho resto, y poca suma.

La defensora de causas pobres -esta servidora que poco sirve- se equivocó una vez más dirigiendo su defensa hacia esa Almudena que tiene tanto de gigante como de cabezuda, y el error, claro está, es que no necesita mi minimaxireina quien le defienda, todo lo más, quien le enseñe a rebuscar eufemismos para decir lo mismo que quiere decir sin quedar mal, pero aprenderá sola, menuda es! Muero y mato por ese instante en papel fotográfico, ya sabeis, chicas...

Carlos "Che", cañonazo, qué pena hijo, que estés tan bueno y seas tan malo. Nunca he visto tal conjunción de extremos tan extremos , tan gilipollas, tan cacique, tan idiota, que a pesar de tus "masters del universo" y tus empresas y tu cara de guapo del año y ese cuerpo esculpido a base de gym, no te has dado cuenta aún de que ser tonto del culo, en tu caso, no es un insulto, es una definición objetiva y lastimosa. Qué desperdicio de tío! Con todo lo católico, apostólico y romano que tu mismo dices que eres, y no te das cuenta de que a lo más que llegarás en tu fervor de creyente creído es a ser una burda copia de Caín!


Loli, Loli... poco que añadir a esa descripción que de tí hizo el tal Atahualpa, que arrancó mi aplauso y mi rendimiento a ese "noviorendido" del que soy fan desde ayer noche. Institutriz amargada... y gilipollas añadiría yo, será por quello de que "dos que se revuelcan en el mismo colchón, se vuelven de la misma condición", y aunque el revolcón duró menos que la presencia de Mirentxu en la gala, la tontería te va a durar, se te ve muy empeñada...


Mirentxu, mujer... parece mentira que a tu edad quieras dárnolas con queso. No ha funcionado el poner morritos en conato de puchero, ni los estilismos maravillosos que te permite tu estatus de empresaria vasca jubilada, y ya ves, te tocó pagar el revolucionario impuesto de la expulsión, pero no porque tú lo pidieras, sino porque se te vio el plumero de abuela gruñona e hipócrita enseguida... En tu caso, la veteranía no fue un grado, sino un surtidor de ponzoña del que tú misma has bebido hasta morir envenenada -que no quemada con disolvente - y cuya agonía vimos ayer antes del corte de publicidad en el que debieron sacarte en volandas camino del desguace. Descanse en paz tu maldad estudiada y tus ganas frustradas de que viéramos a la abuela inocente, sabia, y dulce que no eres.


No me extenderé mucho con "Julito el de casa, el de siempre", en este caso me despacharé con un triste juego de palabras. tan simple como él: Julito pa casa, pa siempre! Hala chato, vete a tus Realejos a desnudarte por los contuvernios insulares con ese rosario de tu Virgen de la Candelaria que tiene que estar loca por bajar de los altares y soltarte una hostia, con "h" de homogay, de horchata caducada, de habichuela pedorra y de hijo de la gran canaria, vamos niño, no pierdas la gua-gua!


Habrá más pedrea, casi seguro, pero necesito un descanso... tengo tanto que decir... que me ahoga este furor de "grandeshermanos"...

jueves, 22 de enero de 2009

Obama




A pesar de que la esperanza siempre ha ído asociada al color verde, permitidme la licencia de rabiosa actualidad de conferir al sustantivo otro tono, y por ende convierta en esperanza negra la llegada de Obama a la Casa Blanca. Pareciera esta entrada más una divagación cromática que la exposición personal del hecho en cuestión.En primer lugar, he de decir que del mismo modo que en otros produce rechazo la raza negra, a mí particularmente es una raza que me resulta especialmente atractiva. Tan absurdo es un razonamiento como otro, dicho sea de paso, pero no me rasgaré las vestiduras por opinar sobre mis simpatías.

Decía, que en los albores de la campaña mastodóntica por la lucha al poder de demócratas y republicanos, este hombre, ya presidente de los Estados Unidos, llamó mi atención. Sólo una atracción física. No descubro nada al decir que Barack es un tipo elegante, apuesto y de sonrisa formidable. Es para tener en cuenta que un político sonría. Me parece elegante en su forma de gesticular, de caminar, incluso cómo ladeaba la cabeza en señal de oposición a los discursos de sus contrincantes. Si, me gusta. Pero de nada valdría que a la cabeza de la que llaman primera potencia mundial figurara el mísmisimo George Corraface, u otro bello de mi álbum particular de amantes imaginarios, si el único sustento fuera la vacuidad de unos rasgos afines a mi gusto por los hombres guapos.A este advenedizo le precede un currículo vertiginoso, pero obviaré esos detalles, porque "no he venido aquí a hablar de su libro", parafraseando al casi siempre genial Umbral.

Antes de la americanada de ayer, a la que dicen que asistieron dos millones de personas, he imaginado más de una vez una bala perforando de un trallazo la frente chocolateada de este tío guapo y presumiblemente bueno. Dos millones de personas, la verdad, me parece poco o será que en España somos más proclives al arrejuntamiento; por aquí, cualquier desfile del "orgullo" o celebración del día de la familia (de bien) supera en número al público americano de ayer tarde.
Será que a fuerza de prohibir en otros tiempos la algarabía callejera, hemos desarrollado un ramalazo de pasacalles que sacamos a relucir a poco que la ocasión lo requiera.
Decía, y no quisiera ser agorera, que no soy la primera ni la única que piensa que a este hombre se lo cargan.Leí esta mañana que no asistió al acontecimiento de la toma de posesión uno de los máximos exponentes del FBI, por si el asunto del atentado prosperaba y el hawaiano moría asesinado antes de jurar el cargo. Sí, hawaiano, a pesar del "Hussein" de apellido, eso dicen los detalles más anecdóticos de su biografía.Tiene muy fácil hacerlo mejor que su antecesor, y son demasiadas las esperanzas puestas en él.
No debe ser fácil llevar la batuta de un pais sobre el que pesa un popular dicho "cuando América estornuda, el mundo se constipa"

Ayer recibí este mensaje en el móvil: "al fin nos libramos del hijo de la gran p... de Bush. Yo soy Obamista y espero que con él todo de un cambio a mejor y que nos llegue un poquito". Yoly, querida, sólo por ver ese momento en el que Bush y su sufridora toman rumbo a ese rancho de Texas del que nunca debió salir, habría merecido la pena que incluso Espinete hubiera jurado el cargo a las puertas del Capitolio!

Un dato: el vestido de la señora Obama lo firma una diseñadora cubana. El aviso tiene doble sentido, claro, uno es no encargarle nada a la diseñadora caribeña que convirtió a la mastodóntica Michelle en una suerte de kiwi gigantesco, el otro... tiene cierta connotación política que me ha llamado la atención.

Y una frase: "una nación no puede prosperar mucho tiempo si favorece sólo a los ricos"

Definitivamente, a mí Obama me pone.

viernes, 16 de enero de 2009

Donde dije digo...

...digo Diego. Expresión que define el fariseismo por excelencia. El mejor antídoto para ello es el socorrido "Nunca digas nunca jamás", pero se emplea menos, yo creo.

Yo diría que nunca jamás me comería un saltamonte frito, pero claro, así me vea, sin un yen ni rollito de primavera que llevarme a la boca, que el saltamonte me lo jalo, es un decir.

A veces, somos esclavos de nuestras palabras sin apenas reparar que todo cuanto decimos o hacemos es meramente circunstancial, porque la mente es una fábrica imparable de pensamientos, y porque no podemos atrapar el tiempo y adueñarnos de las circunstancias. Relativismo práctico en estado puro, la teoría es otra cosa.


La vida cambia en un segundo. O podría hacerlo. Mi admirada Bibiana Fernández, en una entrevista en la que le preguntaban sobre "el futuro", con una celeridad encomiable y una gracia incuestionable respondió lo siguiente.

- "El futuro? Mira cariño, el futuro no existe, porque yo salgo por la puerta de mi casa, se me cae una maceta en la cabeza y me mata, y se jodió el futuro"
Divina del coño. Perra como nadie. Y excelsa. La frase, y la autora.

Vengo a decir con esto, que el futuro no me gusta ni como tiempo verbal, y menos aún como película. Uff... insoportable tostón esa saga de "regresos al futuro" varias antes de que al J.Fox le temblara el cuerpo verbigracia del temible Parkinson. Si a ese hombre le dicen que en el futuro no iba ni a poder sostener una taza de té sin que se le cayera sobre los pantalones se habría quedado encerrado en ese cacharro convertido por arte y gracia de los hermanos Lumière en máquina del tiempo hortera y aerodinámica.

Bah... no puedo con el futuro!

Sólo hay una excepción que confirma mi regla... y es en forma de canción... que empieza en primera persona singular del futuro del verbo copulativo -esto de ser verbo copulativo es la hostia- SER O ESTAR, y dice así...

"Yo seré un hombre por tí,
renunciaré, a ser lo que fui"...

Y aun así, he de admitir que la frasecita entraña una mentira podrida, ni serás un hombre por mí (tú te lo pierdes), ni renunciarás a ser lo que fuiste... (peor para tí).
El futuro es la promesa que no se cumple, el deseo que no se realiza, el sueño del que la vida te despierta a empujones... cuando estás en lo mejor del sueño.

En mis tiempos de pitonisa (pasado), ni bola me hacía falta para predecir el futuro que hoy es presente, pero tiene truco... hay gente tan previsible, que por más vueltas que dé la vida, se guarda sus palabras en papel albal, deja que se pudran y cuando esperas que las saque a pasear camino del cubo de la basura, se las come y se limpia el culo con la servilleta de la hipocresía.


Manda cojones!

lunes, 12 de enero de 2009

Año de Nieves...

Qué preciosidad este árbol semicubierto de nieve!

Busqué un banco... y me quedé esperando, si es verdad eso que dicen de "año de nieves... año de bienes"
A este muñecazo... le han salido unos patos... fijaros...

Pedazo de muñeco de nieve, con pelillos en los sobaquinis... muy currado, la verdad!


Después de dos horas de trayecto desde la ofi, llegué a casa, cogí la cámara, me coloqué el poncho, los deportivos... y a disfrutar del paisaje




miércoles, 7 de enero de 2009

Jodidos (y no tan contentos)

Ni mucho ni poco, lo justo. Deja un año que termina cierta sensación de vacío, de pérdida, de desasosiego, supongo que es normal, al menos no recuerdo desde cuando no me ocurre lo mismo cada vez que termina un año y empieza otro. Es como si quedara siempre algo en el camino de los deseos que se evapora como el agua hirviendo bajo la tapadera. Se desinfla el globo, se produce ese efecto boomerang tan propio de las dietas milagro, pero alrevés.

Se desequilibra la balanza en su afán de equilibrarse, en un platillo los deseos, los própositos, los nuevos retos; en el otro lo que queda atrás, casi de manera irrecuperable algunas veces. Pugna entre la nostalgia y la ilusión, entre las huellas del pasado y las suposiciones más futuribles.

No me he planteado muchos cambios, es más, me gustaría que nada cambiara de manera estrepitosa, bueno, podría abrir un paréntesis en este momento para encerrar la economía, siempre a mejor, claro, pero esencialmente, no deseo ningún cambio en las cosas realmente importantes.

Cantaba una tal Cristina, con la que hablé por casualidad no hace mucho tiempo, algo asi como que "tres cosas hay en la vida, salud, dinero y amor, y el que tengas estas tres cosas, que le de gracias a dios"

Hombre, eso es mucho condensar, y se presta a muchos matices, pero se ajusta al concepto de bienestar de la mayoría, las cosas como son. Lo de la salud es un deseo que se tiene cuando a tu alrededor o en tus propias carnes este bien escasea, y realmente, es lo más!

En cuanto al tema del amor... bueno, no podría decir nada nuevo, cada cual vive los suyos de la manera que sabe, quiere o puede, y ahí sí que no hay parámetro alguno, ni reglas, ni norma.

Pero sobre el tema del vil metal ("leuros" que diría mi perra chica), escuché al a pesar de todo entrañable Julio Iglesias un par de frases especialmente curiosas. En una entrevista le preguntaban por su fortuna, y contestó con esa parsimonia suya tan televisiva, con apenas cinco palabras cargadas de pseudoglamour: "No sé cuánto dinero tengo". Ante el asombro poco asombroso del entrevistador, sentenció para remate el baladista con esta otra frase... "sí eres guapo y eres rico, que más quieres Federico", y explotó en una carcajada sonora, mucho más sonora que esa voz que me encantaba escuchar versionando tangos en mis fines de semana pamploneses.

Yo tampoco sé cuánto dinero tengo. Un continuo vaivén de pagos se encarga de enturbiar la tranquilidad del que sabe lo que tiene, pero ya digo que no es mi caso.

Sí sé en cambio a quién quiero, y a veces creo incluso saber quién me quiere más allá de aquellos con los que ya cuento de manera indefectible, y es de todos ellos, de quien quiero para este año, y para todos los años que vengan, el más preciado bien, ese que mencionaba antes, que ni puede comprarse con dinero, ni se le puede enamorar como quien se propone conquistar de manera caduca y vulgar al Madelman de gimnasio a cambio de que te pague las copas. Algo que dicho sea de paso, jamás intenté, ni siquiera en esa edad en la que nada es imposible, más por orgullo que por otra cosa.

La salud es insobornable, de lo contrario, me temo, más guerras habría de las que hay, que por pocas que sean siempre son demasiadas y muy a mi pesar necesarias. Sin pobres no habría ricos del mismo modo que si no hubiera flacos no existirían los gordos, y por la misma regla de tres por la que tu opuesto te hace opuesto al otro.

Jodidos, es normal, por la puta crisis (especialmente mediática, o si no que se lo pregunten a Piqueras, que de cada 10 palabras de su informativo 4 son "crisis"), por los kilos que no nos tocan en la lotería y los que se alojan en abdomen, muslos y papada - de esta me libro gracias a la gripe que me adelgazó aniquilándome el apetito- , jodidos por las devoluciones de los regalos, por los pagos que no conocen de sentimientos, por aquellos a los que se les ocurre pintar a un blanco con betún para la cabalgata con la de negrazos guapos -y no tanto- que tenemos. Oh my God, Gary, wassup? Come back, please, with or without your nordisk!

Y no tan contentos... pero todo se andará... Esto, no ha hecho más que empezar...