viernes, 1 de mayo de 2009

Mis irresistibles imprescindibles (I)




Trece años tenía cuando se estrenó Nine 1/2 weeks, este señor que antecede esta frase despertó algo más que mi pasión por el cine .Poco que decir sobre la mítica película que no sepais, savo que aún conservo grabada en mi mente esa imagen de John (Mickey Rourke) sentado sobre el suelo mientras observa cómo Elizabeth recorre sinuosa el camino de su fantasía recogiendo dolares esparcidos por el suelo; no hay plano de la cinta en la que no me resulte un seductor extraordinario a veces insolente, a veces, tierno, pero siempre diferente a casi todo cuanto se había hecho en el cine relacionado con el sexo y las atracciones fatales.

John no sobrevivió al actor que lo interpretaba y de él nunca más se supo, no hay nada más que ver las imágentes posteriores del actor convertido en una triste estampa de operaciones fallidas, y huellas de su carrera de boxeador y otros vicios confesados. En la nostálgica lucha de guapos de la época, una vez más, como ocurriría con Los Pecos, otorgaba mi triunfo al moreno. Entre el Rourke del momento y Don Jhonson, me quedo con el de la foto. Entre Javi y Pedro. Siempre Pedro. Incluso ahora.





Otro de mis bellos de cine es George Corraface. Mejor dicho, ese Yamam ("el único") cuya belleza me pareció brutal y ha conseguido no perder con el paso del tiempo. Creo que Loles León bebía los vientos por él durante y después del rodaje de la película, y por lo que cuenta, es bastante más amable que ese impresentable de Jeremy Irons que se atrevió a hacerle un desplante! Después de aquella película le vi en Kilometro 0, Un toque de canela... y me sigue pareciendo de una belleza absolutamente turbadora. Tiene una de las miradas más salvajes que he podido ver tras la pantalla.... y una sonrisa tremenda. De chulo canalla, de sórdido amante, de adorable hijo,... no hay papel en el que no encuentre la forma de hacer llegar ese imán en el que convierte cada gesto.






Chayanne.! No siempre me ha parecido un tío guapo. De hecho, no hay más que ver algún video clip, tipo "Fiesta en América", para descubrir que la belleza le llegó después del éxito. Hay un punto de inflexión marcado por ese otro videoclip "Torero" en el que el meloso boricua da el salto definitico y se instala en mi imaginario de irresistibles. Tuve la suerte de conocerle en persona. Me pareció mucho más guapo al natural, a pesar de una delgadez que no aparenta y ese ojo a lo Leticia Sabater. Y por muy amable que se mostrara, sencillo, dulce,... yo me quedo con el Chayanne chulazo de barba de tres días, greñas, vaquero roto y aires de perdonavidas.






Una mujer de treinta y algún años a punto de cometer la mayor locura por amor no debería andar pensando en tonterías de quinceañera. O sí. Una mujer a la que le gustan los hombres en general, algunos en particular y uno en especial no debería detener siquiera un instante su mirada en la de un cuerpo celeste girando alrededor de órbitas distintas. Y lo hago. Mi apreciado Jesús (el príncipe gitano) se hartó de decirme de que las normas están para no cumplirlas. Será porque las normas que han de cumplirse no hacen falta ser leídas siquiera.

Antes de que Nacho me provocara con esa imagen irresistible de David -gonna be your "moraqueen"- y de detenerme en su ojo azul casi verde, me detuve en la belleza turbadora de MI(guel) y comprendí que la naturaleza es caprichosa y selectiva, y que esa misma naturaleza es incapaz de esquivar las leyes de la gravedad y otras leyes más leves pero igual de devastadoras.

No voy a hablar de Bosé cantante, ni de Bosé actor, tan solo del provocador. Mezcla explosiva de casta torera y sangre de mamma italiana, ingredientes suficientes como para poder detenerme en su expresión. Es pasión compartida la mía con Ana, a pesar de haya una canción que lleve su nombre, recuerda que en las Ventas me miraba a mí. Jajaja...

Por más que quiera decir de MI(guel) me pasa que no atino. Me descoloca por completo con solo recordar su presencia turbadora bajando la escalera al compás de Sereno o recordando sus extravagancias pretéritas pasando por la cinta en la frente, o aquella portada en la que aparecía desnudo simulando un embarazo para el primer número de El Gran Musical. Esa forma tuya-suya-mía de dar bambú.

El último descubrimiento de mi gusto por irresistibles a mis ojos es el insultantemente bello Rafa Méndez. Es de todas las miradas que os muestro la más reciente, impactante, violenta, árida, exasperante, pene-n-trante, inquieta.

Amo esa belleza rasgadora que hace daño, que genera envidia, que alimenta el vaporoso deseo de la propiedad exclusiva inmediata, aún in crisis times. Amo la belleza rotunda e indiscutible a pesar de que siempre genere discusión. Amo por un instante, ese instante que vale una vida, el placer que produce sobre la propia retina el arte de la naturaleza plasmado en un hombre. Por encima de la realidad siempre pulula el deseo. Angeles sin alas, sin sexo, sin opción de compra-venta, retratos que traspasan lienzos, papel fotográfico, rollos de cinta. Instantes que almacenan pensamientos incompartibles.


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