
La culpa no la tuvo la sepia (sin ajo), la oreja a la plancha (jugosa), los berberechos (al vapor) ni los pinchitos barbacoa... la culpa, casi siempre, la tienen las ganas de pasarlo bien, la gente de la que uno se rodea, y por supueto... el alcoholazo!
Con una cervecita negra me dispuse a dar los últimos toques de plancha antes de que Yoly entrara -tarde... ese autobús- diciendo que olía a mar Mediterráneo... nada, Océano Pacífico, que estoy muy tranquila últimamente.
Mi madre y sus cosas, y esa versión del Killing me softly que ni el mismo Pitingo habría hecho más flamenca, mi padre y sus cosas -las de mi madre- y esa cara que se le pone cuando tiene a los polluelos alrededor aunque no sea en su nido. Eso no tiene precio.
Sí debe tenerlo, pero no sé cuánto, ese spray que promete curar las heridas, y un colocón de los buenos... para la próxima someteremos a referendum si tiene reminiscencias a supergén o a Imedio... y a unas malas, se lo pregunto directamente a Lorenzo, el hijo perito del creador de la fórmula del pegamento que tanto me gustaba dejar secar sobre la palma de las manos y levantar las tiras cuidadosamente... ummm...
Algo que de momento tampoco tiene precio -salvo el coste del sms- son esos latigazos sociales con los que nos deleita la más chica un jueves sí y otro también... que ansío como agua de mayo a pesar de que conozca el contenido final del mismo... "tú, putita..." no se salva ni el tato, vamos, ni Juanito cuando le toque... ya buscará ella la forma de meter el "putita" como sea, que como dice Lourdes, es peor que puta. "Yo siempre que veo gente así pienso en sus padres, en lo que pensarán de ella"... jajaja... y al segundo, el monárquico más antimonárquico, repetía lo mismo en las 625 líneas....
Lolo, poseído por el ritmo -rakatanga- y ciertos aires de maestro de ceremonias, afinando esa guitarra que ojiplático perdido dejó al -mi- cumpleañero... la que me espera... Esta misma mañana me he despertado con unos punteos... jajaja... Qué fueeeeeeeeeeeerte!
El orujito también pone lo suyo, no es creais, o si no de qué, ese Roberto lacrimógeno y genial te hubiera parecido anoche tan tremendo con ese peinado a lo Pipi Estrada... es un amor de hombre, lo que no sabe él es que además de santanderino es vasco... jajaja... o "euskomacizo" que diría Azucena... y ella una gitanaza, claro, que por más que vaya de moderna, es de las que te la lían a la primera de cambio. No me quedó claro qué droguería frecuentaban los Salazar... pero me temo que debe ser la misma que frecuentan Los Porras... por ahí por La Morcilla, no? jajaja
Paquito pierde mucho cuando esta emparacetamolao, y tuvo que verse arrastrado por mi Pitinga y su palmero al nido donde se oyen ruidos extraños por la noche... Hay alguien ahi? Yoly, Blai no ha muerto... es ficción!!! Aunque se te revuelva el estómago cada vez que aparece la chica de blanco, y lo que no es el estómago cuando aparece el chico de negro... Vamos, que te quedas más quieta que un pespunte... "no me asustes, ha pasao algo en mi casa"?
Estoy garífuna perdida, como si hubiera pasado la noche en una isla con tomate... será la negra -no la que aliviría a Paquito de sus males menores- sino esa que tiene algún grado más que la Zero y muchos menos que la absenta que algún día probarás y te parecerá caldo de pollo acostumbrada a tus licores made in Porriño.
El jueves empezó anoche... y notición de última hora: el viernes no hay que madrugar, asi que no se salva ni dios del mensajeo!
Os cedo el testigo... o el collar... y seguimos con el garifuneismo de las putitas en acción...
Con una cervecita negra me dispuse a dar los últimos toques de plancha antes de que Yoly entrara -tarde... ese autobús- diciendo que olía a mar Mediterráneo... nada, Océano Pacífico, que estoy muy tranquila últimamente.
Mi madre y sus cosas, y esa versión del Killing me softly que ni el mismo Pitingo habría hecho más flamenca, mi padre y sus cosas -las de mi madre- y esa cara que se le pone cuando tiene a los polluelos alrededor aunque no sea en su nido. Eso no tiene precio.
Sí debe tenerlo, pero no sé cuánto, ese spray que promete curar las heridas, y un colocón de los buenos... para la próxima someteremos a referendum si tiene reminiscencias a supergén o a Imedio... y a unas malas, se lo pregunto directamente a Lorenzo, el hijo perito del creador de la fórmula del pegamento que tanto me gustaba dejar secar sobre la palma de las manos y levantar las tiras cuidadosamente... ummm...
Algo que de momento tampoco tiene precio -salvo el coste del sms- son esos latigazos sociales con los que nos deleita la más chica un jueves sí y otro también... que ansío como agua de mayo a pesar de que conozca el contenido final del mismo... "tú, putita..." no se salva ni el tato, vamos, ni Juanito cuando le toque... ya buscará ella la forma de meter el "putita" como sea, que como dice Lourdes, es peor que puta. "Yo siempre que veo gente así pienso en sus padres, en lo que pensarán de ella"... jajaja... y al segundo, el monárquico más antimonárquico, repetía lo mismo en las 625 líneas....
Lolo, poseído por el ritmo -rakatanga- y ciertos aires de maestro de ceremonias, afinando esa guitarra que ojiplático perdido dejó al -mi- cumpleañero... la que me espera... Esta misma mañana me he despertado con unos punteos... jajaja... Qué fueeeeeeeeeeeerte!
El orujito también pone lo suyo, no es creais, o si no de qué, ese Roberto lacrimógeno y genial te hubiera parecido anoche tan tremendo con ese peinado a lo Pipi Estrada... es un amor de hombre, lo que no sabe él es que además de santanderino es vasco... jajaja... o "euskomacizo" que diría Azucena... y ella una gitanaza, claro, que por más que vaya de moderna, es de las que te la lían a la primera de cambio. No me quedó claro qué droguería frecuentaban los Salazar... pero me temo que debe ser la misma que frecuentan Los Porras... por ahí por La Morcilla, no? jajaja
Paquito pierde mucho cuando esta emparacetamolao, y tuvo que verse arrastrado por mi Pitinga y su palmero al nido donde se oyen ruidos extraños por la noche... Hay alguien ahi? Yoly, Blai no ha muerto... es ficción!!! Aunque se te revuelva el estómago cada vez que aparece la chica de blanco, y lo que no es el estómago cuando aparece el chico de negro... Vamos, que te quedas más quieta que un pespunte... "no me asustes, ha pasao algo en mi casa"?
Estoy garífuna perdida, como si hubiera pasado la noche en una isla con tomate... será la negra -no la que aliviría a Paquito de sus males menores- sino esa que tiene algún grado más que la Zero y muchos menos que la absenta que algún día probarás y te parecerá caldo de pollo acostumbrada a tus licores made in Porriño.
El jueves empezó anoche... y notición de última hora: el viernes no hay que madrugar, asi que no se salva ni dios del mensajeo!
Os cedo el testigo... o el collar... y seguimos con el garifuneismo de las putitas en acción...
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